Mantener el equilibrio energético adecuado durante las distintas fases de producción garantiza una condición corporal y un rendimiento óptimos de la cerda. Durante la gestación, la puntuación de la condición corporal no debe ser demasiado alta, mientras que durante la lactancia, las pérdidas en la puntuación de la condición deben ser limitadas. Esto puede suponer un reto importante para los productores, ya que las demandas nutricionales durante la lactancia son muy elevadas, mientras que la capacidad de ingesta de alimento suele ser limitada.
Una gestión excelente de las cerdas es una combinación de buenas prácticas sanitarias, dietas variadas y optimizadas y un buen programa de cría.