

Cómo reconocerlo
Los trastornos digestivos afectan a los becerros de varias maneras. La más fácil de detectar es el aumento del volumen y del contenido de agua de las heces. El animal también parece deprimido, con las orejas caídas, menos apetito y sin ganas de beber. La diarrea continua provoca ojos hundidos, hocico y nariz secos y baja turgencia de la piel. A medida que la deshidratación avanza, la circulación se vuelve deficiente, la temperatura corporal desciende y el animal se vuelve menos alerta y cada vez más inactivo.

El impacto en el ganadero
El manejo de los becerros con diarrea puede ser una tarea desagradable. Además, supone desplazar el tiempo y el esfuerzo centrados en el desarrollo y la crianza de los becerros sanos hacia el tratamiento y el seguimiento de los animales enfermos. Los costes totales pueden ser significativos, ya que incluyen mayores gastos en atención veterinaria y mano de obra adicional, así como el coste directo de la pérdida de becerros.
El agua disponible, accesible y de calidad no debe ser una mejora en la cría de becerros, sino un elemento básico.
Preguntas frecuentes
¿Por qué no es adecuado beber sólo agua para manejar la diarrea?
El agua carece de la cantidad y proporción adecuadas de sales y azúcares específicos para remediar rápida y eficazmente la deshidratación rápida. Además, la amenaza de una acidosis metabólica continua como resultado de la deshidratación debe corregirse con agentes amortiguadores y un fuerte reequilibrio mineral.
¿Recomiendan suministrar soluciones electrolíticas orales (SRO) a través de la leche a los becerros con diarrea?
Las soluciones de electrolitos contienen cantidades relativamente altas de sales y azúcares, por lo que es necesario ingerir suficiente agua con ellas para conseguir la concentración adecuada. Si se añaden electrolitos a la leche, se produce una concentración excesiva de sal y un desequilibrio en la proporción de nutrientes. Recomendamos utilizar sólo agua para preparar las soluciones electrolíticas.